INDEPENDENCIA DE MÉXICO
Después de conquistar Tenochtitlán Hernán Cortés comenzó a expandirse por el territorio, sometiendo a otros señoríos indígenas y, algo que jugó a su favor fueron las enfermedades traídas por los europeos, para las cuales, los indígenas no tenían defensas, como se mencionó en la sesión anterior.
El virreinato de la Nueva España fue el nombre que le dieron los españoles al territorio conquistado y ocupó, América Central, las Antillas, el centro y sur de los actuales Estados Unidos y Filipinas. Durante el siglo XVII la división territorial era por reinos.
Era un territorio sumamente extenso, había un virrey por eso se le llamaba virreinato. De hecho, el rey de España Carlos I nombró a Antonio de Mendoza como virrey de la Nueva España, y éste lo representaba en los territorios conquistados y era la máxima autoridad.
A los indígenas, porque los explotaban por medio del trabajo y ayudados por indígenas de rango mayor utilizaron el sistema de tributos que era propio del Imperio mexica.
El periodo de nuestra historia conocido como la Guerra de Independencia empieza (estrictamente hablando) la madrugada del 16 de septiembre de 1810, cuando el padre Miguel Hidalgo da el llamado “Grito de Dolores” y termina el 27 de septiembre de 1821 (11 años después) con la entrada triunfal del Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, a una jubilosa Ciudad de México. El objetivo principal de este movimiento (armado y social) era liberar a nuestro territorio del yugo español y que, en cada rincón de la Colonia se olvidase por completo el concepto de virreinato.
1821 – Agustín de Iturbide promulgó el Plan de Iguala o de las Tres Garantías.
Agosto 1821 – México firmó el tratado de Córdoba que ratificaba el Plan de Iguala.
Septiembre 1821 – El ejército Trigarante hace su entrada triunfal a México, y México es proclamado país independiente.
DIEGO RIVERA
RIVERA
ILUSTRA LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS Y LA MANERA EN QUE SE DESARROLLÓ LA
REVOLUCIÓN MEXICANA; RETRATA A CAMPESINOS MALTRATADOS Y EL SUEÑO DE LA
JUSTICIA;
JOSE
CLEMENTE OROZCO
REPRESENTAN LA TRAGEDIA Y EL DOLOR DE LOS CAMPESINOS QUE
OROZCO VIO MORIR EN EKL ATRIO DE LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL DURANTE LA
REVOLUCIÓN MEXICANA.
DAVID
ALFARO SIQUEIROS
DEL PORFIRISMO A LA REVOLUCIÓN.
JORGE GONZALES CAMARENA
LA
FUSIÓN DE LAS RAZAS Y LA CULTURA IBEROAMERICANA
RUFINO
TAMAYO IMPORTANTE PASAJE DE
LA HISTORIA DE MÉXICO. "REVOLUCIÓN"
Porfirio Díaz gobernó al país durante casi 30 años, entre 1876 y
1911, en siete periodos presidenciales distintos. Este controversial personaje,
defendido por algunos por el desarrollo económico e infraestructural que
impulsó en el país, y condenado por otros por la falta de libertad política y la desigualdad que provocó el
modelo económico de su gobierno.
Un
ejemplo de esto último son las fincas de henequén, en las que se practicaba el esclavismo sin nombrarlo como tal, lo cual
reporta el periodista norteamericano John Kenneth Turner en una serie
de artículos bajo el título de “México bárbaro” en 1909.
Dicha dictadura, aunada a la
desigualdad social, nula libertad de expresión y otros factores, ocasionó que
se desataran revueltas armadas en su contra y que, después, culminara con el
estallido de la Revolución Mexicana. Cabe señalar que esta etapa duró 35 años (de
1876 a 1911).
REVOLUCION MEXICANA
Entre las causas que provocaron el inicio
de la Revolución Mexicana estuvieron la permanencia de Porfirio Díaz en el
poder durante 30 años; la conformación de los latifundios, y la explotación del
petróleo por parte de compañías extranjeras.
En medio de estas convulsiones sociales, emergió la figura de
Francisco I. Madero quien ya en 1908 exigía elecciones democráticas justas y
abanderaba la no reelección. Un ambiente turbio dominó el escenario político,
dividiendo a la sociedad entre partidarios del dictador y quienes estaban a
favor de Madero.
La reacción del gobierno no se hizo esperar: Madero fue hecho prisionero en San
Luis Potosí luego del triunfo electoral de Díaz en junio de 1910; poco después
logró escapar para refugiarse en San Antonio, Texas, desde donde lanzó el
llamamiento de rebelión a través del Plan de San Luis que dio inicio a la
Revolución Mexicana.
En ese documento, Madero declaró nulas las elecciones de
aquel año, se reconocía como presiente provisional y jefe de la Revolución, y
pugnaba por mejores condiciones sociales para los indígenas y obreros de
México. A raíz de enfrentamientos armados derivados de ello, Díaz renunció a la
presidencia y se exilió en Francia, mientras que Madero ganó las elecciones
convocadas en 1911.
La Revolución provocó la muerte de más de un millón de
compatriotas, pero dio realce a figuras de relieve como Pancho Villa, Emiliano
Zapata, Pascual Orozco, Venustiano Carranza y otros. Sin embargo, durante la
llamada Decena Trágica, en 1913, encabezada por Manuel Mondragón, Félix Díaz,
sobrino del exdictador, y Bernardo Reyes, murieron tanto Francisco I. Madero
como su hermano Gustavo y el vicepresidente Pino Suárez, siendo consecuencia de
ello que Victoriano Huerta usurpara la presidencia para, poco tiempo después, caer
en desgracia y protagonizar un larguísimo exilio.
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