Se denomina postimpresionistas a una serie de pintores que, aunque tuvieron una fase impresionista, evolucionan después en diferentes direcciones, constituyendo la base de las primeras vanguardias pictóricas del siglo XX: expresionismo, simbolismo, cubismo y pintura abstracta.
5) Seurat (1859-1891): Es el mejor representante del impresionismo científico o puntillismo, al asumir la teoría de los colores de Chevreuil en su totalidad. Sus obras se basan en una suma de pequeños puntos de color colocados junto a sus complementarios, por lo que la elaboración de las mismas era muy lenta. El ojo del espectador al amalgamar los puntos debía recibir la impresión de realidad lumínica. En su obra destaca Domingo en la isla de la Grand Jatte.
6) Vincent Van Gogh (1853-1890): Holandés de nacimiento, es el prototipo del artista maldito, perseguido por el fracaso, la locura y el suicidio. Comienza tratando temas sociales influido por su vocación de pastor protestante y por la obra de Millet (Los comedores de patatas) pero enseguida su pintura se ve influida por la viveza de colorido de los impresionistas y las estampas japonesas. La obra de Van Gogh, sin embargo, se distingue por la proyección de su carácter atormentado, aquejado de una grave enfermedad mental, en una pintura de paisajes irreales (La noche estrellada) y subjetivos que muestran su sufrimiento (Campo de trigo con cuervos) realizada con colores vivos aplicados con pinceladas anchas, curvas y pastosas Es, por ello, uno de los antecedentes del expresionismo. También pinta retratos de cierta penetración psicológica (Doctor Gachet) y naturalezas muertas (Los Girasoles, La habitación en Arlés).
7) Toulouse-Lautrec (1864-1901): Sufre la influencia impresionista en el color vivo y, sobre todo, de Degas en los temas y las composiciones. Su carácter de aristócrata bohemio y deforme le lleva a reflejar magistralmente lugares de diversión nocturna (Baile en el Moulin Rouge), burdeles, circos, etc. Igualmente eleva a la categoría de arte el cartel (Jane Avril). En sus carteles aparecen las líneas decorativas y sinuosas propias del modernismo.
8) Paul Gauguin (1848-1903): Abandona una inicial formación impresionista para marchar a Bretaña y, luego, a Tahití en busca de la autenticidad. En su pintura abandona la perspectiva y utiliza colores puros aplicados de forma plana, delimitados por un dibujo muy grueso y sin respetar el color local. Sus temas principales son bretones (Visión después del sermón) o tahitianos (Mujeres tahitianas). Se le considera el antecedente de los simbolistas, los fauves y de la pintura abstracta.
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