PINTORES CUBISTAS

 Pablo Picasso y Georges Braque son los padres del cubismo, el movimiento artístico de vanguardia, desarrollado entre 1907 y 1924, que supuso una ruptura total con la pintura tradicional. Una de las características más destacadas de este movimiento es la representación de la realidad y la naturaleza a través de formas geométricas. Además, los artistas de esta corriente también dejaron de lado el concepto de perspectiva renacentista, representando todos los puntos de vista de un mismo objeto en un único plano.

A continuación, repasamos algunos de los artistas cubistas más destacados:

1. Pablo Picasso

El escultor y pintor malagueño es, junto con George Braque, uno de los fundadores del cubismo. De hecho, se dice que el movimiento comenzó en 1907 con una de sus obras: Las señoritas de Aviñón. Este cuadro pertenece al período conocido como «protocubismo», durante el cual Picasso descubrió el arte africano y profundizó en el trabajo de Cézanne. Un año más tarde, tomando esta obra como punto de partida, ambos artistas continuaron desarrollando las bases del movimiento que hoy en día conocemos como cubismo.

Guernica (Museo Reina Sofía), Los tres músicos (MoMa) y La mujer que llora (Galería Tate) son algunas de las creaciones más famosas del célebre artista español.

2. George Braque

George Braque, pintor y escultor francés, se unió al movimiento fauvista tras quedar profundamente impresionado por las obras expuestas en una exhibición dedicada a este movimiento pictórico celebrada en 1905. Pero, dos años más tarde, su amistad con Picasso y una exposición retrospectiva dedicada a Cézanne marcaron un antes y un después en su producción artística. Buena prueba de ello es su obra Casas de l´Estaque, en la que Braque utiliza por primera vez el concepto de cubos, así como una reducida tonalidad cromática.

Violín y jarra (Museo de Arte Moderno de San Francisco), El portugués (Museo de Bellas Artes de Basilea) y Violín y paleta (Museo Solomon R. Guggenheim) son algunas de las obras cubistas más representativas de Braque.

3. Juan Gris

Aunque nació en Madrid, desarrolló buena parte de su carrera artística en París, ciudad en la que frecuentó a Picasso y Braques. Poco a poco, dejó a un lado la creación de ilustraciones y se adentró en el movimiento cubista, utilizando sobre todo la técnica del collage, una de sus aportaciones principales al cubismo. A diferencia de otros pintores cubistas, sus obras también destacan por el uso del color.

Algunos de sus cuadros más destacados son: Retrato de Pablo Picasso (Instituto de Arte de Chicago), La botella de anís (Museo Reina Sofía) y El fumador (Museo Nacional Thyssen-Bornemisza).

4. Fernand Léger

Fernand Léger es uno de los pintores cubistas más destacados de Francia. En un primer momento, sus obras estuvieron muy influenciadas por la corriente impresionista, como muchos otros artistas de la época. La retrospectiva dedicada a Cézanne en 1907 también tuvo un profundo impacto en Léger y, tras comenzar a relacionarse con otros artistas cubistas, su obra cambió. Comenzó a desarrollar un estilo muy propio, cuya temática giró principalmente en torno a la iconografía de la máquina, representando artefactos y robots a partir de conos y figuras geométricas. Además de cuadros, Léger también realizó pinturas murales y vidrieras, e hizo algunas incursiones en el mundo del cine o del teatro.

Algunos de sus trabajos más famosos son Mujer con un gatoTres Mujeres y Fábricas.

5. Albert Gleizes

Albert Gleizes destacó no solo por su faceta artística, sino también por ser uno de los principales teóricos del movimiento. En 1912 publicó, junto con Jean Metzinger, el libro Du Cubisme, en dónde explicaban las bases de la nueva corriente artística. Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial se mudó a Nueva York y más tarde a Barcelona, dedicando parte de su tiempo a la escritura e incluso a la enseñanza, a través de conferencias, seminarios, etc. A su regreso a Francia, en medio de una crisis personal, llegó a crear una colonia de artistas. Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando sus creencias religiosas se hicieron más fuertes, retomó la temática religiosa en sus creaciones y, según muchos, estableció las claves para la renovación de este tipo de arte.

Mujer con animales (Museo Guggenheim de Venecia), Composition for «Jazz» (Museo Solomon R. Guggenheim) y Retrato de Jacques Nayral (Tate Modern) son algunos de sus cuadros más famosos.

6. Jean Metzinger

Aunque en sus inicios sus obras se acercaron más al neoimpresionismo y al fauvismo, Metzinger fue uno de los artistas que más contribuyó a la difusión del movimiento cubista, no solo por sus obras, sino también por sus escritos. Durante esta etapa, sus trabajos muestran su amor por las matemáticas (y la importancia de ésta en el arte), así como el deseo de mostrar todas las caras de un objeto en un mismo plano. Pero, tras la Primera Guerra Mundial, al igual que otros artistas de la época, en su trabajo se percibe una cierta vuelta al clasicismo.

Algunas de sus obras más destacadas del período cubista son: Dance in a café (Museo Albright-Knox), Nature morte y Le goûter (Museo de Arte de Filadelfia).


Paul Cézanne

Un artista famoso y un nombre en la historia del arte moderno tradicional, Paul Cezanne comenzó como un postimpresionista. A partir de ahí, profundizó en las vistas abstractas de las pinceladas y la luz, así como en el uso del color y la forma para crear diferencias visuales y bordes.

El estilo era tan diferente que Cézanne ha sido titulado la génesis del modernismo por muchos artistas que vinieron justo después de él 50 años después.

Cézanne, por su parte, comenzó mucho antes que la mayoría de los artistas del cubismo, nació en 1839 y produjo sus primeras pinturas en 1861 en París.

Cézanne tuvo la fortuna de poder vivir de las finanzas de su padre, por lo que todo su esfuerzo se dedicó al arte, produciendo obras significativas enraizadas en su educación inicial en el impresionismo con Camille Pissaro.

Si bien Cézanne falleció en 1906 y no vio el fruto de su trabajo en artistas más jóvenes, el estilo de Cézanne evolucionó en artistas posteriores del cubismo.

6. Jean Metzinger

Nacido aproximadamente al mismo tiempo que muchos de sus compañeros cubistas, Metzinger desarrolló sus primeras influencias en la pintura directamente en París al ser expuesto a Robert Delauney.

Metzinger sabía desde el principio que su carrera era la pintura, pero fue en 1908 cuando conoció a Braque y Picasso.

A partir de ahí, el estilo de pintura de Metzinger estuvo fuertemente influenciado por su asociación con Picasso hasta 1923. Exhibió su primera muestra y conjunto de obras en 1910, y durante los dos años siguientes contribuyó regularmente a la literatura artística sobre los detalles de los estilos de arte moderno.

En 1911, Metzinger fue uno de un grupo de cuatro artistas que produjeron la exhibición Salle 41, lanzando públicamente la exhibición del cubismo. También trabajó en la escritura de Du cubisme un año después como la biblia teórica del cubismo.

Metzinger continuó pintando después de su servicio militar en la Primera Guerra Mundial y permaneció en París hasta su fallecimiento en 1956.

7. Paul Klee

Cuando era niño, Klee ya estaba inmerso en las artes, criado por una familia de músicos suizos.

Ese amor por la música se integró en la perspectiva de Klee por el resto de su vida, incluso después de que se mudó a Munich para estudios formales y desarrollo de habilidades.

A principios de la década de 1900, Klee terminó con la escuela y estudió durante un tiempo en Italia y en el extranjero. Estableciéndose nuevamente en 1902, Klee se salió de la red hasta que comenzó a incursionar en dibujos y bocetos en 1906.

En 1911, su trabajo permitió que Klee entrara en exhibición y eso canalizó a Klee a exponerse con Braque, Picasso y Delauney en 1912. Sin embargo, no fue hasta 1914 que Klee comenzó a trabajar con el color después de un viaje al extranjero a Túnez.

La Primera Guerra Mundial detuvo gran parte de su trabajo, pero en 1920 Klee estaba activo nuevamente en Munich, escribiendo y recibiendo un nombramiento para la Bauhaus el mismo año.

Klee mantuvo su influencia hasta que los nazis lo obligaron a abandonar Alemania en 1933. Pasó los siguientes siete años en su país de origen, Suiza, antes de fallecer en 1940.

8. André Lhote

Guaguin y Cezanne proporcionaron la inspiración y los cimientos fundamentales para el trabajo de Lhote, que fue bastante natural ya que el artista se crió en Burdeos, Francia y aprendió su posimpresionismo en la Ecole des Beaux-Arts.

En esta plataforma, Lhote luego evolucionó con la interacción de Jean Metzinger y Marcel Duchamp. Esa génesis produjo las famosas obras de Lhote, Cordes en 1912 y Le Porte of Bordueux dos años después.

En este punto, el arte de Lhote se interrumpió como muchos con la Primera Guerra Mundial y el servicio militar. Después del conflicto, sin embargo, Lhote continuó como escritor crítico de arte y luego estableció su propia escuela de arte.

Continuó pintando y exponiendo también, y Lhote murió en 1962 en París. A diferencia de sus compañeros, Lhote probablemente tuvo una influencia mucho mayor y más amplia con su elección de combinar el impresionismo del paisaje y el cubismo juntos porque pudo cimentar las lecciones en múltiples generaciones con sus programas de escuela de arte.

9. Alexandra Nechita

Muchos echarían un primer vistazo a Alexandra Nechita y preguntarían simplemente, basándose únicamente en la edad, por qué debería incluirse entre los artistas del cubismo, y mucho menos entre sus nombres más influyentes.

Sin embargo, aunque Nechita nació mucho más tarde en 1985 y comenzó su trabajo de pintura unos años más tarde después de emigrar con su familia a los Estados Unidos, su fuerte estudio del cubismo se ha comparado varias veces con el trabajo del propio Pablo Picasso.

Parte de lo que hace que la pintura de Nechita sea tan evocadora implica elecciones clásicas que Picasso también usó: lienzos de pintura grandes de tamaño natural, una atención extremadamente alta al detalle del color y el uso del espacio, mensajes políticos y el sentido de libertad individual.

Nechita completó una licenciatura en Bellas Artes de UCLA en 2008 y continúa pintando mucho viviendo en Los Ángeles. Sus obras proporcionan una exhibición vívida de colores brillantes y ricos con sombras y brillo para distinguir la forma y la profundidad.

Nechita a menudo describe su trabajo como la manifestación de sus sentimientos internos, y sus pinturas conmueven a muchos emocionalmente.

10. Henri Le Fauconnier

Donde muchos artistas del cubismo se enfocaron en personas, objetos y animales, Fauconnier encontró su estilo y musa tanto en paisajes como en naturalezas muertas.

A diferencia de algunos de sus compañeros que querían contrastes audaces, Fauconnier eligió enfatizar los tonos apagados dentro de los contornos, incluido un sesgo por las estructuras entrelazadas.

Fauconnier pasó su carrera en Francia, mudándose a París a los 20 y experimentando a principios de 1901. Cézanne fue una influencia temprana, pero pronto Fauconnier también trabajó junto a Metzinger y Leger en exposiciones en 1911.

La Primera Guerra Mundial desarraigó a Fauconnier y se mudó a los Países Bajos, lo que le dio tiempo para estudiar obras de arte y estilos holandeses. Sin embargo, Fauconnier regresó a París después de la guerra y se quedó hasta su muerte en 1946 en París.

Algunas de las obras de los artistas todavía cuelgan en todo el mundo con piezas ubicadas en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de Nueva York, el Museo Frans Halls en los Países Bajos y el Museo Hermitage ubicado en San Petersburgo.

Esta lista de artistas abstractos cubre los principales nombres clásicos del movimiento que estarán vinculados para siempre entre sí por su estilo de arte.



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