MUESTRA: Antigüedades y obras: orientales, egipcias, griegas, etruscas, romanas y europeas
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1. La piedra de Rosetta
La piedra Rosetta, que fue clave en el desciframiento de los jeroglíficos egipcios, es la pieza más famosa que ver en el Museo Británico. Este gran avance en el conocimiento de una de las civilizaciones más trascendentales de la historia, se produjo gracias a que este fragmento de roca tiene inscrito un mismo decreto del año 196 a.C. en tres escrituras diferentes: jeroglíficos egipcios, escritura demótica y griego antiguo. La piedra de Rosetta fue encontrada en la ciudad egipcia de Rashid (Rosetta) durante la campaña de Napoleón Bonaparte en Egipto y posteriormente fue transferida de manos francesas a británicas durante las guerras napoleónicas. Localización: Sala 4 de la zona del Antiguo Egipto.
2. Los Mármoles de Elgin
Los Mármoles de Elgin o los Mármoles del Partenón de Atenas, es una de las colecciones más polémicas que ver en el Museo Británico. Estos mármoles blancos traídos entre los años 1801 y 1805 por Thomas Bruce, conde de Elgin, representan la mitad de las esculturas del Partenón incluidas las dos terceras partes de los frontones con escenas de la mitología griega y 75 metros de los 160 del friso original, que muestra una procesión religiosa del pueblo de Atenas. Cómo consiguió el conde de Elguin llevarse esta valiosísima colección no está nada claro y el gobierno griego ha pedido en repetidas veces su devolución. Localización: Sala 18 de la zona de la Antigua Grecia y Roma.
3. El moai Hoa Hakananai’a
Ver el Hoa Hakananai’a, el moai más importante que se encuentra fuera de la Isla de Pascua, es una de las mejores cosas que hacer en Londres y en el Museo Británico, aunque también es una pieza que no está exento de polémica. Este moai de basalto, único en el mundo por sus inscripciones, fue construido en Rapa Nui entre los siglos XII y XVII y robado en 1868 por el barco inglés HMS Topaze de una casa del centro ceremonial Orongo. En la actualidad el gobierno chileno está negociando con las autoridades inglesas la vuelta del moai Hoa Hakananai’a a la Isla de Pascua. Localización: Sala 24 de la zona de América.
4. El Ajedrez de la isla de Lewis
El Ajedrez de Lewis es el juego de piezas de ajedrez más antiguo que se ha encontrado y otra de las mejores obras que ver en el Museo Británico de Londres. Estas 78 piezas de ajedrez del siglo XII, bien conservadas y perfectamente talladas en marfil de morsa, junto a catorce tableros y una hebilla de bolsa, fueron encontrados en una playa de la isla de Lewis, perteneciente a Escocia, en el año 1831. Los expertos creen que tienen un origen escandinavo y que llegaron a esta remota isla por la colonización de los nórdicos o vikingos. Localización: Sala 40 de la zona de Europa.
5. La Momia de Katebet, una de las mejores obras que ver en el Museo Británico
La sala de las momias situada en la zona egipcia es otro de los lugares que ver en el Museo Británico más sorprendentes en el que una de las piezas más fascinantes de esta sala es la Momia de Katebet, que pertenecía a una anciana del 1300 a.C. La momia se encuentra envuelta en capas de lino, tiene una máscara de cartón pintada en dorado y dos brazos de madera con varias pulseras y anillos. Localización: Sala 63 del Antiguo Egipto.
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