Rufino Tamayo (1899-1991) es uno de los artistas más reconocidos de la segunda mitad del siglo XX. Originario del estado de Oaxaca y de raíces zapotecas, Tamayo se dedicó a crear pinturas en “la tradición mexicana”, alejándose de la corriente política y nacionalista que dominaba el arte mexicano después de la Revolución Mexicana. Su exploración de la pintura como una actividad estética y espiritual lo distinguió de sus contemporáneos, como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, quienes buscaban transmitir mensajes sociales y políticos.
1. Revolución / 1938
La rebelión de obreros y campesinos en contra de la burguesía es la escena cumbre en este fresco de Tamayo. Una nueva historia de justicia social planteada por el movimiento pictórico de los años treinta.
Dónde: Museo Nacional de las Culturas / Moneda #13, colonia Centro Histórico.
2. El canto y la música / 1933
La representación de lo indígena y las artes comprende varios muros de la que en otro tiempo fuera la Escuela Nacional de Música.
Dónde: Subdirección de Laboratorios del INAH / Moneda #16, colonia Centro Histórico.
3. Nacimiento de nuestra nacionalidad / 1952
El choque de culturas en la conquista, la evolución de lo mexicano a través de los siglos y el surgimiento de una identidad fueron los temas que Tamayo plasmó en los muros del Palacio de Bellas Artes.
Dónde: Primer piso del Palacio de Bellas Artes / Juárez #1, colonia Centro Histórico.
4. México de hoy / 1953
La ciencia, el arte y la técnica constituyeron elementos indispensables para el desarrollo y surgimiento de una nueva sociedad mexicana. El progreso fue el estandarte que ostentaban los primeros murales de Tamayo.
Dónde: Dónde: Primer piso del Palacio de Bellas Artes / Juárez #1, colonia Centro Histórico.
5. Homenaje a la raza india / 1952
Trazos geométricos delinean a una mujer indígena con el torso desnudo. A su alrededor mariposas y aves marcan el movimiento; la canasta en el suelo aterriza el tono onírico de la escena.
Dónde: Museo de Arte Moderno / Paseo de la Reforma, Bosque de Chapultepec 1era. Sección.
6. Naturaleza muerta / 1954
Una escena cotidiana con motivos frutales y contrastes de color se evocan en esta obra de Tamayo. Rebanadas de sandía y un frutero rebosante se contraponen con las botellas y copa de tonos fríos.
Dónde: Museo Soumaya / Miguel de Cervantes, colonia Granada.
7. El día y la noche / 1954
El binomio de la luz y la oscuridad se conjugan con elementos prehispánicos en cuyos relieves se alcanzan a distinguir a los dioses antiguos.
Dónde: Dónde: Museo Soumaya / Miguel de Cervantes, colonia Granada.
8. Dualidad / 1964
La cosmogonía náhuatl inspiró al pintor oaxaqueño para el planteamiento de este mural. Los elementos opuestos: el sol y la luna, el jaguar y la serpiente (Quetzalcóatl) representan el origen del mundo y de la vida.
Dónde: Museo Nacional de Antropología e Historia / Paseo de la Reforma, Bosque de Chapultepec 1era. sección.
9. El mexicano y su mundo / 1967
El simbolismo prehispánico, la historia colonial y contemporánea son parte de las referencias que Tamayo utiliza para dar paso a su concepto de identidad mexicana y de su relación con otras naciones.
Dónde: Secretaría de Relaciones Exteriores.
10. Energía / 1969
Un mar de fuego, cuyas llamas centelleantes evocan geométricas figuras, se abre paso en el amplio vestíbulo de un club privado. El contraste de esta energía, derivada de la combustión, se opone al fondo añil opaco.
Dónde: Club de Industriales / Andrés Bello #29, colonia Polanco.
11. Hombre frente al infinito / 1971
La luna, las estrellas, los cometas y el cielo nocturno permanecen estáticos en este mural de Tamayo. Un hombre permanece quieto y observador ante la maravilla de lo desconocido.
Dónde: Vestíbulo del Hotel Camino Real Polanco / Mariano Escobedo #700, colonia Anzurez.
BOSQUE DE CHAPULTEPEC
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